jueves, 12 de septiembre de 2013

Es una verdadera lástima lo que pasa con el fútbol, en un país con mucho talento no sólo deportivo sino también en muchas facetas del quehacer nacional. Pero esta debacle, obviamente tiene causas fundamentales a la vista de todos, pero que lamentablemente convivimos con ellas porque somos parte  de la indiferencia, o de la cultura de "no es mi problema", "que otro lo resuelva", y muchas más y solo contemplamos ver pasar las cosas, por eso también tenemos los presidentes que nos merecemos, pues estamos como estamos porque así lo hemos decidido con nuestra apatía e indiferencia. Eso es lo que pasa con el fútbol peruano, dejamos que la prensa sensacionalista haga trizas a la selección, calentando las cabezas a nuestros jugadores, que sin ninguna preparación emocional y psicológica están en las portadas de estos pasquines, siendo elevados a las nubes. Otro es la incapacidad de estos pseudodirigentes, la cual no entiendo cómo llegan a los puestos de ejecutivos del deporte para llevar al abismo al fútbol peruano. Lo siguiente es la consecuencia de lo anterior: no tenemos un técnico líder, con respeto al principio de autoridad, para manejar con disciplina al plantel, que desde luego están integrados por jugadores que hacen lo que les da la gana, engreídos y acomplejados. Pues bien señores, si se quiere cambiar al fútbol, empecemos haciendo cambios profundos: denunciando a aquella prensa carroñera, a la incapacidad e improvisación de estos llamados dirigentes del fútbol, proponiendo a DT capaces y al que se les debe dar toda la autoridad y confianza para manejar a la selección (yo tengo mi candidato, se acuerdan del colombiano Pinto que sacó al Alianza Lima campeón del fútbol peruano?)...seguidamente contratar a un buen psicoanalista y convencer a los jugadores que pueden ganar al Brasil o cualquier equipo.